MITO N* 1: «Es imposible controlar el deseo sexual, es inevitable que los jóvenes tengan relaciones sexuales antes de casarse. Entonces, lo mejor es ayudarles a tener cuidado».
Existen variaciones de este mito, como «la masturbación es la solución para el creyente», pero lo esencial cae bajo el rubro de que «es inevitable». Para la persona que tiene la mente saturada del sexo impuro (¡ojo! - digo impuro, porque el sexo dentro del plan de Dios es puro), pareciera que el impulso o tentación es abrumador.
La Biblia, en cambio, dice:
«No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá la vía de escape, a fin de que podáis resistirla». (1 Cointios 10:13 BLA)
Este mito, que muchos evangélicos han aceptado como verdad, es negar la gracia y el poder de Dios en la vida del creyente para vivir una vida de pureza.