Amigos hoy nos encontramos bajo la amenaza de los delincuentes como nunca antes había sucedido en este país. Mientras que usted está cómodamente instalado en su casa, tal vez descansando después del trabajo o preparandose para salir a correr por la rambla, los niños de los asentamientos están planenado disturbios, robos y asesinatos.
El joven delincuente es como una mamba negra al acecho, esperando pacientemente la oportunidad de acercarse sigilosamente y lanzarse sobre el cuerpo de alguna dama para robar su bolso, lastimarla y por qué no, dejarla embarazada y confundida.
Estoy sumamente aterrorizado por estos jóvenes sin rumbo, pero quiero dejar claro que no se trata de discriminación. En definitiva usted también debe sentir lo mismo.
El Frente Amplio de Uruguay viene alimentado a esta gente hace años por lo que sus músculos fuertes y trabajados son consecuencia directa de los carnets de asistencia social del MIDES, los aparatos de musculación gratuitos instalados por la intendencia en la rambla y los planes de ejercicios ofrecidos en la cárcel de forma gratuita.
La mayoría de estos "menores" miden más de 1,80 de altura y sus músculos cincelados están a la espera de poder samarrear a una mujer frágil sólo por diversión sin dejar de golpear a su esposo con la mano libre en caso de que este intente ayudarla.
Hace sólo 10 años la realidad era muy diferente. Le rogaron al presidente Vázquez una oportunidad para no ser segregados. Él escuchó sus súplicas y les permitió unirse a nuestra sociedad. A pesar de esta gentileza, la amenaza de los menores delincuentes sólo se agravó. De hecho, estas personas no buscan otra cosa que robar lo que usted ganó con esfuerzo y matarlo en el proceso si es necesario.
Hace unos pocos años, incluso se las arreglaron para hacernos pagar a quienes trabajamos decentemente por su atención médica, por lo que ahora son aún más fuertes y saludables y usan eso en nuestra contra.
Mis queridos amigos, la amenaza de los menores delincuentes no se limita sólo a ciertos barrios carenciados. Estos niños están muy enojados. El peor de nuestros miedos es confirmado en la televisión cada día y es sólo una cuestión de tiempo antes de que nos encontremos con uno de ellos frente a frente, o aún más aterrador, empiece a salir con nuestra adorada hija.
Todo lo que puede hacer es orar y apoyar la baja de la edad de imputabilidad.
Comentarios