Hoy me despierto y leo en la prensa: "Los ataques de perros salvajes a pacientes y funcionarios de las colonias psiquiátricas Etchepare y Santín Carlos Rossi, que esta semana motivaron la muerte de una persona, son denunciados al menos desde noviembre de 2013"
Murió paciente atacado por perros en Colonia Etchepare: "Se lo comieron vivo"
Desde hace mucho tiempo que advierto que estos seres deben ser prohibidos. Lo dije en los siguientes estudios de la realidad:
Afortunadamente, luego de las reuniones que hemos mantenido con algunos actores políticos de nuestro país estamos cerca de derrotar a los animalistas y de imponer una ley de prohibición de crianza y tenencia de este animal. Se aplicarán además severas multas a quien sea dueño de una criatura de estas que ataque a un ser humano. Para los incrédulos, la noticia aquí: PROYECTO PRESENTADO POR IGLESIA CRISTIANA Buscan controlar razas de perro “peligrosas”.
Dios odia a estos perros. De eso no hay ninguna duda. Desde siempre el adjetivo de “perro” está asociado a algo despreciable, infame y vil. Esta relación del animal con estas definiciones llega inclusive a ser oficial, tal y como lo describe la RAE:
perro, rra.
1. adj. coloq. Muy malo, indigno.
Esta definición está incluso antes de la definición del conocido animal.
La RAE nos muestra otras descripciones muy graficas:
perro.
2. m. U. por las gentes de ciertas religiones para referirse a las de otras por afrenta y desprecio.3. m. Persona despreciable.4. m. Mal o daño que se ocasiona a alguien al engañarle en un acuerdo o pacto.
Es evidente que la Biblia es la razón para que las personas sientan que se las insulta gravemente si se les dice perro. Desde hace muchos siglos, la Biblia nos ha enseñado que los Cánidos son seres despreciables y malos. La Biblia tiene mas de 40 referencias sobre lo perros y es difícil encontrar alguna que sea positiva para estos seres.
He aquí el listado completo para ahorrarle tiempo:
(Exodo 11,7) (Exodo 22,30) (Jueces 7,5) (I Samuel 17,43) (I Samuel 24,15) (II Samuel 3,8) (II Samuel 9,8) (II Samuel 16,9) (I Reyes 14,11) (I Reyes 16,4) (I Reyes 21,19) (I Reyes 21,23) (I Reyes 21,24) (I Reyes 22,38) (II Reyes 8,13) (II Reyes 9,10) (II Reyes 9,36) (Tobías 6,1) (Tobías 11,4) (Judit 11,19) (Job 30,1) (Salmos 22,17) (Salmos 22,21) (Salmos 59,7) (Salmos 59,15) (Salmos 68,24) (Proverbios 26,11) (Proverbios 26,17) (Eclesiastés 9,4) (Eclesiástico 13,18) (Eclesiástico 26,25) (Isaías 56,10) (Isaías 56,11) (Isaías 66,3) (Jeremías 15,3) (Mateo 7,6) (Mateo 15,26) (Mateo 15,27) (Marcos 7,27) (Marcos 7,28) (Lucas 16,21) (Filipenses 3,2) (II Pedro 2,22) (Apocalipsis 22,15)
Apocalipsis 22:15
Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.
Los perros compartirán un lugar caliente en el infierno con el resto de los pecadores. Muchos argumentarán que no se refiere a “Perros” como los animales, sino de personas que son “Perros” como los gentiles e incluso los Ateos. Yo no lo creo.
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2 Pedro 2:22
Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
Este versículo se basa en Proverbios 26,11. Se vuelve a asociar al perro con algo desagradable: el comerse su propio vomito. El versículo aprovecha también para darnos un adelanto sobre el cerdo.
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Filipenses 3:2
Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.
Este versículo se explica por si mismo.
Lucas 16:21
y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
En la historia del “El rico y Lázaro”, los perros son mostrados como algo muy bajo y ruin hasta el punto que en su miseria Lázaro es humillado con ellos. Los perros además de malos eran repugnantes.
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Mateo 7:6
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
De nuevo los perros, junto con los cerdos son marcados por Jesús. Los perros no merecen nada santo. Son abominables.
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También vale la pena recordar la historia de la mujer Cananea a la que Jesús compara con un perro para humillarla.
El Antiguo testamento tampoco está exento de calificativos negativos hacia los Perros.
Eclesiastés 9:4
Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
Este es el clásico ejemplo de colocar al perro como la situación más humillante que se puede tener. Es preferible ser lo más degradado como un perro, pero estar vivo
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Para terminar, ¿cómo olvidar la muerte de la pecadora Jezabel? que como pago de sus maldades y pecados terminó de la forma más deplorable y humillante de todas: su cadáver fue comido por los perros. (1 Reyes 21,23; 2 Reyes 9,10; 2 Reyes 9,36)
Por favor terminemos de una vez por todas con estos animales y su reino de terror.
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