Muchos no creen en la Biblia, pero si la leyesen, aunque sea un poco, se darían cuenta de todas las verdades que esta encierra. A fin de cuentas, solo los textos que expresan las grandes verdades de la humanidad son sacados a la luz por la iglesia, ya que esta no tiene otra intención que la de crear un mundo mejor, guardando para si toda la literatura que explique cómo llevar a cabo crímenes contra la humanidad para que esta no caiga en las manos equivocadas.
La Biblia que es un compendio de las más profundas y significativas reflexiones filosóficas (si no entienden bien que es la filosofía les sugiero leer un poco), ha servido para domar las bárbaras culturas de las gentes primitivas creando el mundo tranquilo y civilizado que conocemos hoy, donde ya no somos los cavernícolas que mutilaban los unos a los otros por sus creencias.
Pero ahí no termina todo. Como la Biblia es verdad absoluta, no debería sorprendernos que contenga no solo la información de los inicios, sino también la del fin de los tiempos. Así que olvídese de charlatanes, brujos, bolas de cristal y tarot y centre su atención en el libro que los acabo a todos.
Porque, aunque los ateos no quieran creerlo, la Biblia no se equivocó al predecir que habría grandes terremotos ¿verdad? Que fuertes sequías ocurrirían, que epidemias arrasarían con mucha gente, que grandes inundaciones acaecerán, que guerras entre dos naciones hallareis consumadas, que entre hermanos se traicionarán, que problemas económicos muchos tendrán y muchas otras cosas, entre ellas una muy próxima a cumplirse:
El día del juicio final. Espérenlo.
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