Antes que nada debo reconocer que me encanta América. Es un país moderno, organizado, con un ejercito fuerte y respetado, sumamente cristiano y con hermosos lugares para visitar. De hecho yo vivo varios meses al año aquí. Es por esta razón que sigo con atención el proceso electoral en ese país y cada día me sorprendo más al leer a sudamericanos faltar el respeto de Donald Trump, a pesar de que esté tiene un respaldo claro para presidir América por el Partido Republicano.
No es sorpresa que los opositores son los locos de izquierda a los que conocemos bien por estas latitudes y sabemos que pondrían la seguridad de nuestros niños en riesgo con tal de impulsar su agenda liberal. Donald es un hombre que dice lo que piensa. Es gratificante para muchos porque dice lo que los buenos estadounidenses afectados están pensando pero no se animan a decir. Él hace las preguntas difíciles y da las soluciones poco simpáticas pero muy necesarias.
Del análisis de riesgos que realiza Trump, quizás lo más controvertido es cuando se refiere a la política exterior de Estados Unidos. Nos pregunta Donald: ¿Son estas personas dañinas para Estados Unidos? Es un simple sí o no. Si la respuesta es sí, a Trump no le temblará la mano para ejecutar un plan de acción con la finalidad de mitigar el riesgo.
Hay gente dentro y fuera de América que pretende que Estados Unidos acepte a los extranjeros asumiendo el riesgo en un momento de crisis. Ellos lloran y dicen que Estados Unidos debe tomar el riesgo y aceptar a las personas que pueden (o no) hacer daño a esa nación. Simplemente, no hay manera de saber. América fue fundada por hombres de fe. Hombres como Donald Trump. Si Estados Unidos no confía Donald Trump y otros que piensan como él, es la simiente de un futuro muy oscuro y no vamos a ser capaces de mantener seguro a Estados Unidos.
Los liberales están tratando de destruir la segunda enmienda, la misma ley que da a los estadounidenses medios razonables para defenderse y hace que los ejércitos extranjeros piensen dos veces antes de invadir esta tierra. Pero aún más importante, la primera enmienda que da a los estadounidenses la libertad de expresión. Las mismas personas que están tratando de quitarle sus derechos a portar armas son las mismas personas que están tratando de silenciar a Donald Trump porque sus políticas no se ajustan a una agenda radical de izquierda.
Así que si usted cree que América debe abrir su frontera a elementos peligrosos, por favor, abandone el país y vaya a México, seguró allí encontrará muchos mexicanos. A los estadounidenses y a quienes aquí vivimos nos gustan las cosas como son, es decir la forma en que los padres fundadores establecieron las cosas.
Comentarios
Posta!? Y yo que quería ir a México a encontrarme con muchos rusos.
You're blog is bullshit, dude.
Really? What happens to you to see if I understood are church or are a satanic cult?
Wow you are crazy !